jueves, 17 de junio de 2010

HISTORIA DE LA COLUMBICULTURA EN MURCIA:

Hablar de los orígenes de la colombicultura nos lleva a remontarnos hasta los tiempos de la invasión y la dominación árabes, pues se supone que fueron los árabes quienes introdujeron en la Península la afición al vuelo de palomos. Dado lo vasto del territorio que ocuparon, es de suponer que esta afición no se estableció en un solo punto, sino que se extendió por diversos lugares de nuestra geografía, y principalmente por la zona de levante (actuales comunidades de Valencia y Murcia)
Una vez terminada la dominación árabe, la afición a los palomos persiste con el mismo entusiasmo, y prueba de ello es el hecho de que en el Repartimiento de la Ciudad, realizado entre 1268 y 1273 por Alfonso X el Sabio, que acababa de conquistar Murcia, se cita la gran cantidad de palomares existentes, supuesta herencia de los musulmanes expulsados o huidos.
Posteriormente, durante los siglos XIV y XV, los regidores de Murcia cedieron para palomares los torreones de la antigua muralla que circundaba la ciudad y que con el crecimiento de ésta había perdido su función defensiva. El documento histórico más importante que se conserva de la época es la Carta de los Reyes Católicos a la Ciudad de Murcia, datado en Valladolid el 22 de diciembre de 1488, en el que dan órdenes a sus Justicias para la protección de los palomos y de los 97 palomares existentes en las torres de la ciudad; además, la ley multaba con 60 maravedíes a quien matase una paloma ajena y castigaba a los propietarios de las que causaran daños en los sembrados y mieses.
Con el transcurso del tiempo, la afición a los palomos adquiere mayor importancia, y en 1773 se crea en la ciudad de Murcia una sociedad, la primera de la que se tiene noticia, perfectamente organizada y dedicada a la «diversión» de palomos; más tarde, en 1774, el Consejo de Castilla y la Cancillería de Granada dan el consentimiento y ratifican su creación.
Pero no siempre el Consejo de Castilla estuvo favorablemente predispuesto con los «colombicultores» murcianos, pues en otra ocasión les negó la aprobación de su Reglamento, permitiendo, sin embargo, la práctica de los colombicultores siempre que no causasen perjuicios o desordenes. La afición al vuelo de palomos había llegado al punto de que la abundancia de palomos y palomares ponía en peligro sembrados y mieses, y el rey Carlos III se vio obligado a dictar, con fecha 16 de septiembre de 1784, una Pragmática Sanción ordenando a los propietarios de los palomares a cerrarlos y poner redes entre junio y noviembre.
En el año 1839 se constituye la Sociedad «para la suelta y embreo de palomos laudinos entendidos por colgueros», cuyos estatutos son aprobados por la Junta General con fecha 4 de octubre.
En 1860 se reorganiza la Sociedad, esta vez con el nombre de «Círculo Palomístico de Murcia», y se edita un reglamento basado en otro redactado en 1839. En este reglamento se fija con detalle los deberes y derechos de los socios, los directivos y la Junta Directiva y se establece la división de la ciudad en tres distritos para que se pueda celebrar, simultáneamente, lo que hoy llamaríamos tres «sueltas».
En 1890, ciento diecisiete años después de establecerse en Murcia la primera sociedad de palomos, se establece en Valencia la llamada «Sociedad Colombófila Valenciana». No fue sin embargo hasta 1914 cuando apareció la primera sociedad valenciana dedicada a la paloma buchona, que estuvo ubicada en la Calle del Empedrado y luego en la Calle Cerrajeros de la capital del Turia. La elaboración por parte de esta Sociedad del Reglamento de palomos buchones y la posterior firma del mismo por el gobernador interino, don Félix Peiró, el 22 de agosto de 1925, dio lugar a la aparición de la Federación Valenciana, que nació bajo la tutela de la Federación Regional Colombófila Valenciana, al amparo de la cual se fundaron numerosas sociedades en todo el Levante español.

PALOMOS DE CLASE




Palomos de clase: se diferencia de las demás palomas por sus vuelos, más o menos rápido, arquean el cuello de una postura Amorillada significa retorcer el cuello hacia atrás hinchándolo por encima.
Viene de la raza de palomos alicantinos y de los palomos rateros.
Su belleza se desarrolla por la postura que desempeña cuando vuelan.
Se diferencia de cualquier tipo de palomos fácilmente, por su cuello, vuelos y porque redondean las pluma de la cola.
Al sector de las palomas se les llama colombicultura

NO SABRIA DECIR CUANTOS TIPOS DE PALOMAS EXISTEN:











PALOMOS BUCHONES

Hay varios tipos de buchones, definición del buchon jienense.
El Buchón jiennense es una raza de palomo de la clase de los Buchones. Alcanzó la categoría oficial de raza con la aprobación de su estándar en el año 1984.La expansión y cultivo llega a tal extremo que en la actualidad existen sociedades dedicadas al Buchón Jiennense en muchas provincias españolas como Albacete, Ciudad Real, Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Palma de Mallorca y Vigo por citar algunas, no siendo raro aficionados incluso en Sudamérica o Miami que adquieren ejemplares para su cría y cultivo.1



Características
Perteneciente al tipo de los Buchones o sea a los que por la selección de muchos años y partiendo del tronco común de la zurita, se ha llegado a un desarrollo casi antinatural del buche, de ahí su nombre generalizado de buchón. Pero sus principales virtudes destacables entre todos los buchones son sus dotes de seducción, su constancia en el vuelo y trabajo para atraer a su palomar a los perdidos, aunque la mayoría de ellos dedican su trabajo a las citadas zuritas. En términos más sencillos se les mantienen siempre solteros y dedican toda su galantería a buscar novia, cuando la encuentran, se les premia con un tiempo de nupcialidad y se le retira de nuevo la consorte y vuelta a empezar. Esa consorte si tiene propietario se le devuelve a través de su sociedad y si no lo tiene por ser salvaje, se le da otras finalidades.

Orígenes del Buchón jiennense
Sus orígenes se remontan a la ubicación árabe en Andalucía, probablemente estos trajeron la raza inicial o base, a partir de ahí fue seleccionada y cultivada hasta llegar a finales del siglo XIX que fue llevada esta raza por emigrantes de la provincia de Jaén a todo el levante donde la cruzaron con razas autóctonas, cuyos productos seleccionados, ya los llamados valencianos, fueron de nuevo emigrados a la provincia de Jaén influyendo notablemente sobre todo en su aspecto exterior, pues se consiguió un palomo más bello y morfológicamente más perfecto. Entrando ya en este siglo, nos encontramos con que la afición al cultivo y cría de esta raza es ya un pasatiempo que no tiene clase social y muy extendido en toda la provincia de Jaén. Aún existen aficionados que nos podían contar parte de su evolución en los últimos tiempos, pero casi todos coinciden en lo mismo, una selección en mérito a sus dotes de vuelo y seducción. Regeneraron sangre y aportaron cualidades, con cruces de otras razas como el gorguero, rafeño, marchenero, etc..., e incluso con la zurita, madre de todas las razas, de la que probablemente adquirió su ribete gris en el ojo, y sus patas moradas, principales características que lo distinguen de las demás razas, así como su ligereza de vuelo.

Imágenes de diferentes razas de buchones:




miércoles, 16 de junio de 2010

PALOMAS MENSAJERAS

Una paloma mensajera es una variedad de palomas bravías (Columba livia) que se entrena para que vuelva a su palomar desde largas distancias llevando algún tipo de mensaje o carta, llamadas Columbo gramas en un tubo anular que se les coloca en una pata.



Paloma mensajera.
Según la tradición bíblica, la paloma mensajera más antigua sería la que le llevó a Noé, el mensaje del retroceso de las aguas después del Diluvio al regresar con una rama de olivo en el pico, convirtiéndose en el símbolo de la paz (paloma de la paz). Lo cierto es que la utilización de las palomas como medio de comunicaciones conoce desde la Antigüedad. Los griegos transmitían a las ciudades los nombres de los ganadores de los Juegos Olímpicos por medio de palomas y las legiones romanas contaban con palomares móviles que acogían millares de ejemplares. Los árabes perfeccionaron su uso y las utilizaron, por ejemplo, en sus luchas contra los cruzados en Tierra Santa para conocer sus movimientos. Existieron servicios de correo regulares por medio de palomas mensajeras y se emitieron sellos de uso exclusivo para estos servicios.
La utilización de la paloma mensajera como medio de comunicación disminuyó con la aparición de la telegrafía sin hilos. Actualmente su uso es casi exclusivamente deportivo aunque los diferentes ejércitos mantienen unidades especializadas para casos de conflictos militares que lleven aparejado el colapso de las comunicaciones.
En marzo de 2010 el ejército español decidió suspender el sistema de palomas mensajeras que se encontraba ya en desuso, su último servicio ocurrió en el 2006.1